Emo hace referencia a las letras de los grupos del género, caracterizadas por abordar variadas emociones y estados de ánimo, buscando asimismo generar estas mismas emociones en el oyente.
Esta definición tiene sus orígenes a principios de los ochenta, cuando algunas escenas punk en Estados Unidos daban lugar a músicos que participaban en varios proyectos cambiando los estilos típicos del punk y el hardcore por aquél entonces. la música de estos nuevos proyectos incluía otras sensaciones centradas en cuestiones emocionales. En la decada de 2000 se fue aplicando a herencias lejanas de este subgénero del punk, siendo la etiqueta más referida a los grupos de esta década que a la herencia anterior.
Como cultura urbana los emos de esta década son el segmento del movimiento punk quienes oyen emo-core y adoptan una filosofía fatalista, donde la vida es deprimente, sin sentido y sufrida, y una vestimenta mezcla de punk y subcultura gótica. Tiene similitudes con el "no future" del punk primitivo por su espíritu depresivo, aunque no implica necesariamente un estilo de vida negligente y caótico.